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Dado que varias sustancias químicas tiene efectos graves para la salud y que se informan cientos de derrames anualmente en pozos de fracking , es necesario tomar medidas para proteger la salud pública y ambiental, y permitir que los científicos ajenos a la industria controlen e investiguen rigurosamente el uso de sustancias químicas de fracking.
Los productos químicos utilizados en grandes cantidades incluyeron:
- etilenglicol , un compuesto industrial que se encuentra en sustancias como anticongelantes y líquido de frenos hidráulicos;
- acrilamida , un químico industrial ampliamente utilizado que también está presente en algunos alimentos, envases de alimentos y humo de cigarrillos;
- naftaleno , un pesticida hecho de petróleo crudo o alquitrán; y
- formaldehído , un químico industrial común usado en pegamentos, revestimientos y productos de madera y también presente en el humo del tabaco.
La naftalina y la acrilamida son posibles carcinógenos humanos, y el formaldehído es un carcinógeno humano conocido.
Los datos también muestran un gran aumento en el uso de benceno en Texas en 2019. El benceno es un carcinógeno humano tan potente que la Ley de Agua Potable Segura limita la exposición a 0,001 miligramos por litro, equivalente a media cucharadita de líquido en una piscina olímpica.
Muchos estados, incluidos los estados que requieren divulgación, permiten que los productores de petróleo y gas retengan información sobre los productos químicos que utilizan en el fracking que las empresas declaran como información patentada o secretos comerciales. Este vacío legal reduce en gran medida la transparencia sobre qué productos químicos se encuentran en los fluidos de fracking.
La proporción de eventos de fracking que informaron al menos una sustancia química patentada aumentó del 77 % en 2015 al 88 % en 2021. Las empresas informaron que usaron alrededor de 3200 millones de kilos de sustancias químicas patentadas, más de 25 veces la masa total de sustancias químicas enumeradas en la Ley de Agua Potable que informaron.
Antecedentes
Millones de personas viven dentro de una milla de al menos un pozo de petróleo o gas . Desde 2014, se han fracturado la mayoría de los pozos de petróleo y gas nuevos. En Argentina lo están implementando en Mendoza y Neuquén.
Fracking , abreviatura de fractura hidráulica, es un proceso en el que los trabajadores inyectan fluidos bajo tierra a alta presión. Los fluidos fracturan los lechos de carbón y la roca de esquisto, lo que permite que el gas y el petróleo atrapados dentro de la roca suban a la superficie.
Los avances en el fracking en la producción de petróleo y gas de EE. UU. a partir de principios de la década de 2000, desencadenaron un intenso debate sobre sus impactos en la salud y el medio ambiente.
Los fluidos de fracking contienen hasta un 97 % de agua, pero también contienen una gran cantidad de productos químicos que realizan funciones como disolver minerales y matar bacterias.
La Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. (EPA) clasifica varios de estos productos químicos como tóxicos o potencialmente tóxicos .
La Ley de Agua Potable Segura , promulgada en 1974, regula la inyección subterránea de productos químicos que pueden amenazar los suministros de agua potable . Sin embargo, el Congreso ha eximido al fracking de la mayoría de las regulaciones federales bajo la ley. Lo mismo ocurre en Argentina.
Como resultado, el fracking está regulado a nivel estatal y los requisitos varían de estado a estado .
Estudiamos la industria del petróleo y el gas en California y Texas y somos miembros del Laboratorio de Justicia de Datos Ambientales de Wylie , que estudia los productos químicos de fracking en conjunto.
En un estudio reciente , trabajamos con colegas para proporcionar el primer análisis sistemático de las sustancias químicas que se encuentran en los fluidos de fracking que estarían regulados por la Ley de Agua Potable Segura si se inyectaran bajo tierra para otros fines.
Nuestros hallazgos muestran que excluir el fracking de la regulación federal bajo la Ley de Agua Potable Segura está exponiendo al público a una variedad de químicos que son ampliamente reconocidos como amenazas para la salud pública .
Evitar la regulación federal
Las tecnologías de fracking se desarrollaron originalmente en la década de 1940, pero solo se generalizaron para la extracción de combustibles fósiles en los EE. UU. a principios de la década de 2000. Dado que el proceso implica la inyección de productos químicos bajo tierra y luego la eliminación del agua contaminada que fluye de regreso a la superficie, enfrentaba una regulación potencial bajo múltiples leyes ambientales de EE. UU.
En 1997, la Corte de Apelaciones del Undécimo Circuito dictaminó que el fracking debería estar regulado por la Ley de Agua Potable Segura . Esto habría requerido que los productores de petróleo y gas desarrollaran planes de control de inyección subterránea, divulgaran el contenido de sus fluidos de fracking y monitorearan las fuentes de agua locales para detectar contaminación.
En respuesta, la industria del petróleo y el gas presionó al Congreso para que eximiera al fracking de la regulación bajo la Ley de Agua Potable Segura. El Congreso lo hizo como parte de la Ley de Política Energética de 2005 .
Esta disposición es ampliamente conocida como la escapatoria de Halliburton porque fue defendida por el ex vicepresidente de EE. UU. Dick Cheney, quien anteriormente se desempeñó como director ejecutivo de la compañía de servicios petroleros Halliburton . La empresa patentó tecnologías de fracking en la década de 1940 y sigue siendo uno de los mayores proveedores de fluidos de fracking del mundo.
Fracking fluidos y salud
En las últimas dos décadas, los estudios han relacionado la exposición a los productos químicos en el fluido de fracking con una amplia gama de riesgos para la salud . Estos riesgos incluyen dar a luz prematuramente y tener bebés con bajo peso al nacer o defectos cardíacos congénitos , así como insuficiencia cardíaca , asma y otras enfermedades respiratorias entre pacientes de todas las edades.
Aunque los investigadores han producido numerosos estudios sobre los efectos en la salud de estos productos químicos , las exenciones federales y la escasez de datos aún dificultan el seguimiento de los impactos de su uso.
Además, gran parte de la investigación existente se centra en compuestos individuales, no en los efectos acumulativos de la exposición a combinaciones de ellos.
Uso de químicos en fracking
Para nuestra revisión, consultamos el FracFocus Chemical Disclosure Registry , que es administrado por el Ground Water Protection Council , una organización de funcionarios del gobierno estatal. Actualmente, 23 estados , incluidos los principales productores como Pensilvania y Texas, requieren que las compañías de petróleo y gas informen a FracFocus información como la ubicación de los pozos , los operadores y las masas de cada químico utilizado en los fluidos de fracking.
Usamos una herramienta llamada Open-FracFocus , que usa codificación de fuente abierta para hacer que los datos de FracFocus sean más transparentes, fácilmente accesibles y listos para analizar.
Encontramos que desde 2014 hasta 2021, entre el 62 % y el 73 % de las fracturas hidráulicas reportadas cada año usaron al menos un químico que la Ley de Agua Potable Segura reconoce como perjudicial para la salud humana y el medio ambiente.
Si no fuera por Halliburton Loophole, estos proyectos habrían estado sujetos a requisitos de permisos y monitoreo, brindando información a las comunidades locales sobre los riesgos potenciales.
En total, las empresas de fracking informaron que usaron 127 millones de kg. de productos químicos que, de otro modo, estarían regulados por la Ley de Agua Potable Segura desde 2014 hasta 2021. Es probable que esto sea una subestimación, ya que esta información es autoinformada, cubre solo 23 estados de EE.UU. y no siempre incluye información suficiente para calcular el total.
Cerrando la escapatoria de Halliburton
En general, nuestra revisión encontró que las empresas de fracking han informado que utilizan 28 productos químicos que, de otro modo, estarían regulados por la Ley de Agua Potable Segura. El etilenglicol se usó en las mayores cantidades, pero también fueron comunes la acrilamida, el formaldehído y la naftalina.
Dado que cada una de estas sustancias químicas tiene efectos graves para la salud y que se informan cientos de derrames anualmente en pozos de fracking , creemos que es necesario tomar medidas para proteger la salud pública y ambiental, y permitir que los científicos controlen e investiguen rigurosamente el uso de sustancias químicas de fracking.
Según nuestros hallazgos, creemos que el Congreso debería aprobar una ley que exija la divulgación completa de todos los productos químicos utilizados en el fracking, incluidos los productos químicos patentados.
También recomendamos divulgar los datos de fracking en una base de datos centralizada y ordenada por el gobierno federal, administrada por una agencia como la EPA o el Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental.
Finalmente, recomendamos que el Congreso derogue el Halliburton Loophole y una vez más regule el fracking bajo la Ley de Agua Potable Segura.
A medida que aumenta las exportaciones de gas natural licuado en respuesta a la guerra en Ucrania, el fracking sigue vigente. Es urgente detener esta práctica dado que es imposible garantizar que se lleve a cabo con la seguridad seguridad necesaria.
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