Autismo

El aluminio es una potente neurotoxina, de uso común en muchas vacunas que causa múltiples trastornos neuropsiquiátricos de acuerdo a la vulnerabilidad de cada persona.

La hipótesis de que la causa es genética ignora el factor más evidente detrás del crecimiento epidémico: el entorno en el que se desarrollan los niños.

Componentes de las vacunas, como el timerosal y el aluminio son tóxicos que dañan las neuronas, durante el desarrollo infantil.

El número de alumnos con autismo en el sistema educativo español se han multiplicado por 4 en poco más de una década.

Usarán datos de registros de salud de pacientes, Vaccine Safety Datalink con datos de 13 organizaciones de atención médica de EE.UU hasta ahora inaccesible al público.

Intentan normalizar la epidemia de autismo en España y ocultan estudios que demuestran que las vacunas pueden causar autismo y otros graves problemas de salud.

Lamentablemente, el metaanálisis, escrito por Luke E. Taylor, y colegas, es propaganda disfrazada de ciencia, como otros estudios que exageran la seguridad.

Estudio encontró que los niños vacunados tienen un 170% más de posibilidades de contraer autismo en comparación con los no vacunados.

El aumento de las tasas de autismo se corresponde directamente con el calendario de vacunación, decir que es por un mejor diagnóstico, es una idea demostrablemente falsa.

Los cantidad de aluminio en las vacunas, que es neurotóxico puede llegar fácilmente al cerebro, donde puede causar autismo en niños vacunados.