jueves , 21 agosto 2025

No hay estudios bien hechos que demuestren la seguridad del aluminio en las vacunas infantiles

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y el Instituto Nacional de Salud NIH de EEUU no tienen ni un solo estudio que apoye la seguridad pára recomendar la inyección con aluminio de forma repetida, sustancia que es citotóxica y neurotóxica y se usa en vacunas del calendario de vacunas infantiles de los CDC.

Las respuestas de los CDC y los NIH a las solicitudes de la Ley de Libertad de Información (FOIA) de ICAN en relación con el adyuvante de aluminio revelan una sorprendente admisión: no tienen ni un solo estudio que apoye la seguridad de recomendar la inyección repetida de esta sustancia citotóxica y neurotóxica como parte del calendario de vacunas infantiles de los CDC.

Los adyuvantes de aluminio son literalmente tóxicos para el cuerpo humano, provocando la muerte celular y nerviosa. Por eso se utilizan a menudo en las vacunas para provocar una fuerte respuesta inmunitaria, lo que consiguen causando una efecto desvastador en las células con las que entran en contacto en el lugar de la inyección y uniéndose a los antígenos de la vacuna para que parezcan peligrosos para el organismo. Los adyuvantes de aluminio también provocan una desregulación inmunitaria, por lo que se utilizan en los laboratorios para inducir la autoinmunidad en ratones.

Los abogados de ICAN presentaron una solicitud FOIA el 19 de febrero de 2019 pidiendo al CDC que presentara pruebas de la seguridad del aluminio en las vacunas infantiles y para bebés. Dado el mantra «seguro y eficaz» del CDC, uno pensaría que el CDC tendría suficientes estudios disponibles para respaldar el uso seguro de los adyuvantes de aluminio, un ingrediente principal en muchas vacunas. Pero no fue así.

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En marzo de 2019, los CDC denegaron la solicitud, alegando que era demasiado amplia. ICAN se opuso y, finalmente, los CDC admitieron que no tenían documentos que demostraran la seguridad del aluminio en las vacunas infantiles.

En mayo de 2019, ICAN apeló esa respuesta, cuestionando la idoneidad de la búsqueda de los CDC en sus registros. Increíblemente, el HHS (la agencia matriz de los CDC) tardó casi tres años y medio más en dar su respuesta definitiva, el 27 de septiembre de 2022, afirmando, una vez más, que no había podido localizar ni un solo estudio.

Los abogados de ICAN también enviaron la misma solicitud al NIH, que respondió de la misma manera, admitiendo que no se habían encontrado registros.

Este es otro ejemplo más del fracaso de las agencias sanitarias a la hora de velar por los intereses de nuestros hijos y de su incapacidad para justificar sus propias afirmaciones y políticas. Las vacunas con adyuvantes de aluminio son obligatorias para acceder a la escuela, pero no existen datos que respalden la seguridad de sus ingredientes, y se han eliminado la responsabilidad de las empresas farmacéuticas por los daños que causa….

La seguridad de las vacunas contra la hepatitis B que se administran a los recién nacidos no se ha probado en un solo ensayo clínico controlado aleatorio con placebo inerte como se manifiesta en los propios prospectos y tiene sobredosis de aluminio neurotóxico. Este compendio de estudios de expertos, contiene la suficiente evidencia para que los padres puedan presentar a sus médicos y abogados y prevenir que su hijos sean intoxicados con vacunas que no tienen los suficientes estudios de seguridad como corresponde. Tambien sirve para educar a los médicos sin pensamiento crítico. Descargar libro click aqui

Investigadores daneses guardan silencio sobre datos corregidos que muestran relación entre el aluminio en las vacunas y el autismo

Los investigadores daneses que aparecieron en los principales medios de comunicación para anunciar que su estudio sobre 1,2 millones de niños no había encontrado ninguna relación entre el aluminio presente en las vacunas y los trastornos del desarrollo neurológico, incluido el autismo, aún no han reconocido que los datos corregidos del estudio muestran justo lo contrario.

El 17 de julio, la revista Annals of Internal Medicine, que publicó originalmente el estudio danés el 15 de julio, emitió una corrección en la que afirmaba que la revista «incluyó una versión incorrecta del material complementario en el momento de la publicación inicial».

Los materiales actualizados están disponibles en el enlace al estudio en «Corrección: Vacunas con aluminio adsorbido y enfermedades crónicas en la infancia».

Hasta el momento de la publicación de esta noticia, los autores no habían revisado sus conclusiones para que coincidieran con los materiales corregidos que contradicen sus conclusiones originales.

En resumen, los autores decidieron:

  • Examinar a niños muy pequeños (es decir, aquellos con poca exposición al aluminio por vacunas)
  • Considerar solo los resultados en las primeras etapas de la vida.
  • Excluir a los niños que mostraban signos potenciales de toxicidad por aluminio en etapas tempranas.
  • Excluir a los niños que potencialmente habían recibido más vacunas que todos los demás.
  • Limitar el análisis principal a la búsqueda de diferencias en los resultados en función de pequeñas diferencias en la exposición.
  • Ajustar de manera inadecuada la propensión a necesitar atención médica.
  • Ocultar lo que podría haber servido como un grupo de control grande entre un grupo mucho más grande de niños vacunados.

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El científico Brian Hooker, ha declarado:

  • «Aunque los autores afirman «no encontrar pruebas» que asocien el aluminio con ningún daño, un examen de los datos adicionales del estudio revela que el síndrome de Asperger, el trastorno autista, el trastorno del espectro autista y otros trastornos generalizados del desarrollo están asociados de forma estadísticamente significativa con dosis más altas de aluminio en las vacunas. «Ignorar estos datos en la publicación inicial y no corregirlos ahora es muy inapropiado».

El autor principal, Anders Hviid, profesor y jefe del departamento de epidemiología del Statens Serum Institut, no se encuentra disponible para dar su opinión sobre la acusación de que los datos corregidos muestran una relación entre el aumento de la exposición al aluminio y el autismo. Su respuesta via mail es que esta «fuera de la oficina durante el verano», hasta el 11 de agosto.

Sin embargo, el 22 de julio, Hviid y sus coautores publicaron una «respuesta de los autores» a otras críticas sobre el estudio que los investigadores habían publicado en la página web del estudio de la revista. La respuesta aparece al final de la página web.

La relación entre el aluminio en las vacunas y el autismo aparece en la figura 11 (página 19) de los materiales complementarios corregidos.

La versión original mostraba que los niños que recibieron una dosis elevada de aluminio no tenían un mayor riesgo de recibir un diagnóstico de trastorno del desarrollo neurológico, incluido el autismo, que los niños que recibieron una dosis pequeña o moderada.

Sin embargo, la versión corregida mostraba que los niños que recibieron una dosis elevada tenían un riesgo estadísticamente significativo mayor de ser diagnosticados con autismo u otros trastornos del desarrollo «generalizados» en comparación con los que recibieron una dosis moderada de aluminio.

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El aluminio en las vacunas no es seguro

El 14 de julio, incluso antes de que se publicara el estudio, los principales medios de comunicación y los medios especializados en salud, incluidos NBC News y STAT News, anunciaron públicamente los resultados.

En su entrevista con NBC News, Hviid afirmó que el aluminio presente en las vacunas se encuentra en forma de sales de aluminio, «que no es lo mismo que el aluminio elemental, que es un metal».

Añadió: «Es muy importante que los padres comprendan que no estamos inyectando metal a los niños».

Po rotro lado los expertos en aluminio afirman que el aluminio no necesita estar en forma de metal para ser tóxico.

«Tranquilizar al público estableciendo una falsa distinción entre las sales de aluminio y el aluminio elemental es una confusión retórica», afirmó James Lyons-Weiler, doctor y fundador de IPAK-EDU, una institución de enseñanza superior en línea para adultos dirigida por el Instituto de Conocimiento Puro y Aplicado. «Es como decir que el mercurio del timerosal no es mercurio».

Según Lyons-Weiler, las sales de aluminio no son inertes. «Se utilizan como adyuvantes de vacunas debido a su actividad biológica. Matan células, se unen a antígenos, provocan la activación inmunitaria y persisten en los tejidos».

«De hecho», afirmó, «estas sales son más biodisponibles que el aluminio elemental porque se disuelven en los fluidos corporales y son absorbidas activamente por las células inmunitarias».

Los efectos secundarios de la vacuna contra el Sarampión, Rubeola y Paperas, SRP (MMR en EE.UU.) incluyen convulsiones, que ocurren en aproximadamente 1 de cada 640 niños vacunados, aproximadamente 5 veces más frecuentemente que las convulsiones por infección de sarampión, sepa como eximir a sus hijos de esta vacuna. Este compendio de estudios de expertos, contiene la suficiente evidencia para que los padres puedan presentar a sus médicos y abogados y prevenir que su hijos sean intoxicados con vacunas que no tienen los suficientes estudios de seguridad como corresponde. Tambien sirve para educar a los médicos sin pensamiento crítico. Descargar libro click aqui

Algunas sales de aluminio, como el hidróxido de aluminio o el fosfato de aluminio, se utilizan «intencionadamente para inducir autoinmunidad en ratones y ratas, incluyendo lupus, síndrome de Sjögren, esclerosis múltiple, rinitis alérgica y asma», añadió.

Chris Exley, uno de los principales expertos mundiales en los efectos de la exposición al aluminio sobre la salud, calificó la referencia de Hviid al metal como una «cortina de humo» .

En la actualidad hay varios estudios de Christopher Exley, profesor de química bioinorgánica, que es uno de los investigadores del aluminio más citados del mundo, con más de 200 artículos científicos revisados ​​por pares publicados sobre el aluminio y más de 12.000 citas. Sus 35 años de investigación han demostrado un fuerte vínculo entre la exposición al aluminio y enfermedades como la enfermedad de Alzheimer, el autismo , la esclerosis múltiple y la enfermedad de Parkinson .

Christopher Exley, PhD, profesor de química bioinorgánica en la Universidad de Keele y líder del grupo de investigación sobre aluminio y silicio, https://www.bitchute.com/video/fJcwKK0plSeB/

Guillemette Crépeaux, doctora y profesora asociada de la École Nationale Vétérinaire d’Alfort, se mostró de acuerdo. «Hviid está jugando con las palabras y es evidente que no tiene un conocimiento suficiente de la química del aluminio».

El hecho de que el aluminio de las vacunas se encuentre en forma de sal es «irrelevante», según Crépeaux, quien afirmó:

  • «Los adyuvantes de las vacunas que contienen aluminio poseen todas las características necesarias para ser causas plausibles de numerosos trastornos, incluidos los del desarrollo neurológico. Intentar ocultar esta realidad mientras se afirma que se está estudiando el tema es, como mínimo, deshonesto».

Crépeaux y sus colegas están redactando una refutación al estudio danés. Tienen previsto enviarla para su publicación a finales de este verano.

Mientras tanto, la afirmación de que el estudio danés no encontró ninguna relación entre el aluminio de las vacunas y los problemas de salud sigue circulando en las redes sociales.

Por ejemplo, Amazing Science Facts, una página de Facebook con 2 millones de seguidores, publicó el 25 de julio una imagen con las palabras: «Un estudio danés en el que participaron más de un millón de niños no encuentra ninguna relación entre el aluminio de las vacunas y el autismo». Desde entonces, la imagen y el texto han sido compartidos por múltiples usuarios en X.

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ASIA Síndrome autoinmune inflamatorio inducido por adyuvantes

Sobre los adyuvantes en vacunas por el Dr. Yehuda Shoenfeld forma parte del consejo editorial de revistas cientificas en los campos de la reumatología y la autoinmunidad. Es fundador y editor de “Autoimmunity Reviews” y co-editor de “The Journal of Autoimmunity” Sus trabajos clínicos y científicos se centran en enfermedades autoinmunes y reumáticas y ha publicado más de 1700 artículos en revistas tales como el New England Journal of Medicine, Nature, Lancet, las Actas de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos de América, el Journal of Clinical Investigation, el Journal of Immunology, Blood, el Journal of the Federation of American Societies Para Biología Experimental, el Diario de Medicina Experimental, Circulación, Cáncer, y otros, y sus artículos han tenido más de 31.000 citas. El Nuevo libro del Dr. Shoenfeld “Vaccines and Autoimmunity”. https://www.bitchute.com/video/8koFEZB9slvQ/

Conclusión:

  1. En primer lugar, está el problema del suplemento «en evolución». El suplemento original incluía datos sobre 2.239 eventos del neurodesarrollo (como el autismo y el TDAH), pero ya no es accesible. Ha sido reemplazado por una versión revisada que ahora informa 5,200 eventos del neurodesarrollo (véase la Tabla 11 del Complementos). Este aumento en el número de eventos alteró los intervalos de confianza, y los datos actualizados muestran ahora una asociación estadísticamente significativa entre ciertos resultados del desarrollo neurológico, en particular el autismo y el TDAH, y la exposición al aluminio de las vacunas. Este hallazgo contradice directamente la conclusión del artículo, que afirma: «La exposición acumulada al aluminio por vacunación durante los dos primeros años de vida no se asoció con un aumento en las tasas de ninguno de los 2 trastornos evaluados».
  2. El estudio presenta una limitación importante debido a su corto período de seguimiento. En Dinamarca, los niños suelen ser diagnosticados con autismo, trastornos del espectro autista y TDAH entre los 7 y los 12 años, o incluso más tarde, dependiendo de la gravedad de los síntomas. Sin embargo, los autores solo hicieron seguimiento a los niños hasta los 5 años, lo que prácticamente garantiza que se pasaran por alto muchos resultados relevantes. Por lo tanto, incluso si el estudio no hubiera encontrado una asociación entre la exposición al aluminio y resultados adversos del desarrollo neurológico (que, de hecho, sí encontró; véase el punto 1), los autores aún no habrían estado en posición de concluir que no existe tal asociación. No obstante, el autor correspondiente, Anders Hviid, tergiversó públicamente los hallazgos, afirmando que el estudio demostraba que no había vínculo entre la exposición al aluminio y el autismo o el TDAH. También es importante señalar que SSI (la institución responsable del estudio) tiene grandes intereses económicos en el desarrollo y la venta de vacunas.
  3. Los criterios de exclusión son sospechosos: «Para ser incluidos en nuestro estudio, los niños debían estar vivos a los 2 años, no haber emigrado de Dinamarca ni haber sido diagnosticados con ciertas afecciones congénitas o preexistentes (incluido el síndrome de rubéola congénita, afecciones respiratorias, inmunodeficiencia primaria e insuficiencia cardíaca o hepática)». Sin embargo, la muerte podría estar relacionada con la vacunación. Además, muchas de las afecciones «preexistentes» mencionadas podrían ser, de hecho, efectos adversos de vacunas previas. Por lo tanto, si los autores excluyen a muchos niños que sufrieron daños por las vacunas, podrían pasar por alto algunos efectos por completo. Nos gustaría ver el análisis sin excluir a ningún niño.
  4. Ajustar el número de visitas al consultorio (antes de los 2 años) puede enmascarar significativamente el efecto. Las visitas al consultorio son un indicador indirecto del resultado (los niños que reciben algún diagnóstico probablemente acudieron al médico de cabecera con más frecuencia). Por lo tanto, existe el riesgo de que el efecto se desestime. Por ejemplo, si queremos medir el efecto de una intervención en el flujo sanguíneo del brazo izquierdo, no debemos ajustar el flujo sanguíneo del brazo derecho. Es muy probable que estas dos cantidades estén correlacionadas, y ajustar una de ellas probablemente desestime gran parte del efecto.
  5. Según la Figura 1, se excluyó a más de 34,000 2 niños debido a una cantidad inverosímil de vacunas registradas en sus primeros dos años de vida. ¿A qué se debe esto? Esto pone en duda la integridad de los datos. Además, la Figura 1 indica que entre 0 y 466,000 2 niños fueron excluidos de algunos análisis debido a que recibieron el resultado en sus primeros dos años de vida. ¿Qué significa esto? No comprendemos la Figura 1 y el material complementario al que se refiere no nos ayuda.
  6. Supuestamente, las vacunas triple vírica (SPR) no contienen aluminio. Por lo tanto, quienes solo recibieron la vacuna triple vírica (SPR) se encuentran en el grupo de control, junto con quienes no recibieron ninguna vacuna. Esto hace que el grupo de control sea bastante diverso. Además, el grupo de control es muy pequeño. Por lo tanto, buscar una relación dosis-respuesta (mediante el modelo de riesgos proporcionales de Cox) podría no ser apropiado, ya que los datos del grupo de control podrían verse superados por los del grupo expuesto. Sería más sensato comparar directamente la incidencia de los eventos entre los grupos. 
  7. No encontramos valores brutos (sin ajustar) para la incidencia de los resultados de salud en los tres grupos estratificados según la exposición al aluminio. Las cifras brutas no se proporcionan ni en el manuscrito ni en el suplemento. Solo se proporcionan los cocientes de riesgos ajustados. ¿Por qué? Deberían incluirse estas estadísticas descriptivas básicas. Hemos solicitado los datos brutos al autor principal, pero aún no ha respondido.
  8. La figura 3 muestra valores estadísticamente significativos positivo Efectos de dosis más altas de aluminio en muchos eventos. Dado que no existe un mecanismo biológico plausible para esto, es una clara indicación de… Efecto de la vacuna saludable Lo que significa que los datos no fueron desconfundidos adecuadamente. 
  9. En el complementar Tablas 10 y 11, el grupo con el más alto Se elige la exposición al aluminio como grupo de referencia. Si bien esto puede ser correcto desde el punto de vista matemático, resulta bastante engañoso para cualquiera acostumbrado a leer diagramas de bosque. Todos los efectos se invierten, por lo que HR a continuación Uno significa que una mayor exposición al aluminio está asociada con una higher Tasa de eventos. En el neurodesarrollo, y especialmente en el autismo, la Tabla 11 muestra una significación estadística. incrementar de estos resultados con una mayor exposición al aluminio. Esto contradice directamente la conclusión del artículo. Además, podría pasar desapercibido para el lector ocasional debido a la elección, altamente engañosa, del grupo de control.

En su estado actual, los datos no respaldan la conclusión del estudio. El artículo debería ser retractado. 

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