sábado , 20 abril 2024

La inyección K0 B1T puede provocar enfermedades neurodegenerativas

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Por Karina Acevedo Whitehouse Ph.D sobre SARS-CoV-2 Spike Protein in the Pathogenesis of Prion-like Diseases el estudio de Stephanie Seneff, Anthony M Kyriakopoulos, Greg Nigh,Peter A Mccullough

Se reconoce ampliamente que el plegamiento incorrecto de la proteína priónica humana y la proteína similar al prión desempeña un papel causal en un número grande y creciente de enfermedades neurodegenerativas.

Una publicación reciente del 16 de agosto, 2022, en revisión actualmente por la revista MDPI, escrito por Seneff y colaboradores. El artículo se titula (traducido del inglés) «La proteína Spike de SARS-CoV-2 en la patogenia de las enfermedades tipo priónicas» (https://www.authorea.com/doi/full/10.22541/au.166069342.27133443/v1). Los autores vuelven a explicar la relevancia de ese mal-doblado de las proteínas para las enfermedades neurodegenerativas, y presentan la evidencia disponible a la fecha de que la proteína Spike de SARS-CoV-2 contiene secuencias características de proteínas priónicas.

Es tremenda la implicación, ya que, como bien dijo la Dra. Bruno a inicios de 2021, las inoculaciones basadas en la proteína Spike (todas menos dos), ya sea que nuestro cuerpo la genere luego de recibir instrucciones (como Pfizer, Moderna, Astrazeneca, Janssen, Sputnik, Cansino) o que nuestro cuerpo reciba Spike (como Novavax) conllevan el riesgo del desarrollo de estas patologías.

Seneff y colaboradores explican algunas de las rutas por las que estas proteínas podrían distribuirse en el cuerpo y describen las consecuencias biológicas posibles, incluyendo enfermedades neurodegenerativas, además de los efectos de la proteína pico o Spike en la coagulación, inflamación y resistencia a la insulina.

Dra. Stephanie Seneff, las inyecciones K0 B1T pueden provocar enfermedades neurodegenerativas – https://rumble.com/v1h1k8p-las-inyecciones-k0-b1t-pueden-provocar-enfermedades-neurodegenerativas.html

También explican por qué sería mayor el impacto con la proteína Spike vacunal que con la proteína Spike de la infección natural. Los mecanismos propuestos por Seneff y colaboradores podrían ayudar a explicar la inusualmente alta cantidad de eventos neurológicos que están ocurriendo en personas inyectadas, lo que ya ha sido compartido aquí en varias ocasiones.

Además, las inoculaciones que se aplica la gente con la intención de prevenir la infección por SARS-CoV-2 no previenen dicha infección, incrementan el riesgo de tener COVID, así que el riesgo de tener enfermedades priónicas neurodegenerativas asociadas a Spike es aun mayor en inoculados.

Algunos seguirán burlándose sin contar con una comprensión o conocimiento mínimo al respecto. ¿Qué le vamos a hacer? La ignorancia es persistente, al igual que el miedo, en muchos. Sin embargo, me parece fundamental que los médicos (neurólogos, internistas, y médicos en general) conozcan este estudio y comprendan sus implicaciones. Con un puñado de médicos que se permita leer y pensar en la relevancia de esa información para sus pacientes, estaremos un pasito más cerca de poder frenar la aplicación de las dosis de estos productos (y de las prometidas nuevas versiones) de forma masiva.

Ustedes, médicos, son quienes han estado recomendando estos productos a sus pacientes. Podrá parecerle broma a algunos imaginar un cerebro que parezca esponja, pero les aseguro que una enfermedad neurodegenerativa no tiene nada de broma.

Resumen del estudio

Aquí resumimos la evidencia convincente de que la proteína espiga del SARS-CoV-2 contiene secuencias de aminoácidos extendidas previamente establecidas como características de una proteína similar a un prión. Esto sugiere que la producción de proteína de pico (spike), inducida por la vacuna es sinónimo de la producción de una proteína similar a un prión, y rastreamos algunas de las diversas vías a través de las cuales se espera que estas proteínas atraviesen y se distribuyan por todo el cuerpo.

Describimos algunas de las consecuencias biológicas altamente preocupantes que se esperaría que ocurrieran con mayor frecuencia como consecuencia. Específicamente, describimos la contribución de la proteína espiga, a través de sus propiedades similares a las de los priones, a la neuroinflamación y las enfermedades neurodegenerativas; a trastornos de la coagulación dentro de la vasculatura; a la supresión de la regulación de la proteína priónica en el contexto de la resistencia a la insulina ampliamente prevalente; y otras complicaciones de salud que podría inducir. Explicamos por qué estas características similares a las de los priones son más relevantes para las proteínas de pico inducidas por ARNm relacionadas con la vacuna que la infección natural con SARS-CoV-2.

Concluimos con algunas implicaciones de salud pública potencialmente ominosas y recomendaciones para las investigaciones de estas posibilidades.